jueves, 14 de junio de 2012




Los efectos de Pilates en mí



                                      

Me llamo Katharina, tengo 33 años. Soy una persona rígida.  Me refiero a rígida, en el sentido físico. Por lo contrario creo que me puedo definir como una persona con la mente abierta y tolerante.  El diccionario de la Real Academia Española define la palabra rígido asi:
                                                                                              
                                                          rígido,da                                               
                                              Del latin rigidus
                                          1.adj. que no se puede doblar
                                          2.adj. Riguroso, severo
                                                                             

Ser rígida por un lado, en el sentido físico y no ser rígida por el otro, me ha llevado hace 5 años a la decisión de que algo tenía que hacer con esta inflexibilidad de mi cuerpo. Me sentía mal en mi vida diaria, como anquilosada. Teniendo un trabajo de oficina que me obliga a estar sentada 8 horas o más al día sin apenas caminar en las pausas.  Sentía como si mis músculos se estuvieran oxidando cada vez más, teniendo cada día menos flexibilidad y coordinación en mis movimientos.  Siempre hice deporte, no soy ninguna persona anti-deportista y de hecho me gusta mucho. Pero me cuesta mucho flexionarme, lo mio es genético, soy de padres rígidos.
Esta decisión de que algo había que cambiar con mi estado físico, me llevó a una búsqueda en google  “estudios de Pilates por el centro de Madrid” y me encontré con tres estudios a los que llamé para informarme. El que mejor impresión me causó (gracias a Chus), fue  BodyMind Studio, en la calle Ferraz,  y allí fui.
Durante los primeros 3 años, solamente tomé clases de suelo que me fueron muy bien. Un día en mi casa, no sé como ocurrió, me hice una hernia discal en las primeras vertebras que desde entonces me causa problemas de vez en cuando. Hablando con las monitoras me aconsejaron combinar la clase de suelo con clase de máquina para un mejor  y más consciente control de movimiento. La verdad es que fue la mejor decisión, ya que las máquinas te hacen sentir más tu cuerpo y da la sensación de que realizar menos esfuerzo, todo es más fácil. Aparte de esto, hace como 2 años que empecé con Eva Pasalodos una Fasciaterapia, sobre todo de espalda, para aliviar tensiones y prevenir al dolor lumbar que me ataca muy a menudo por mi hernia. Con esta terapia estoy encantada, las sesiones son duras, pero después me siento como nueva y mi bienestar perdura durante semanas!
El “milagro”, como lo llamo, pasó en verano 2010 cuando en una clase de suelo nos teníamos que agachar con los brazos colgados intentando tocar el suelo. Yo que llegué al centro con una rigidez tremenda, al principio me faltaban unos 30 cm para tocar suelo agachándome,  pero ese día lo toqué!! Y no solo lo toqué, incluso podía apoyar casi mi mano entera. Que sensación más buena y que felicidad me invadieron en este momento!!!.  Para mí, fue algo increíble y se lo enseñé  a todos los monitores aquel día.
Para terminar de narraros mi trayectoria pilatera, he empezado hace medio año el Body Rolling con Eva. Body Rolling es una práctica terapéutica que consiste en la elongación y tonificación de los músculos, y en la estimulación de huesos y tendones, trabajando sobre unas pelotas especialmente diseñadas y utilizando el peso de nuestro propio cuerpo, creando así cambios positivos y permanentes en el cuerpo. Sin duda, esta técnica cumple lo que promete y yo misma ya soy adicta a ella. No puede pasar ni una semana en la que no haga Body Rolling además de mi Pilates, incluso tengo una pelota en casa donde me trabajo a mí misma con frecuencia.
Desde entonces, hace ya 5 años,  estoy encantada de haber conocido el método Pilates, ya que mi vida ha mejorado bastante gracias a todos los monitoras/es de este centro. No sólo con los ejercicios que  me han flexibilizado más, sino también con su ánimo, su calor y todo el buen ambiente del centro, que me han hecho seguir cada vez unos segundos más cada ejercicio cuando ya pensaba que no podía más. El resultado está allí!
Gracias a todas/os por estar conmigo, sobre todo a Eva que tanto se ha preocupado por mi, te echaré de menos! Y aunque Eva ya no puede hacerme mi tratamiento de Body Rolling ni la Fascioterapia, yo sé que las chicas del centro se ocuparán igual de bien de mí, siendo todos aparte de buenos monitores, también Fisioterapeutas excelentes. Así que allí estaré de nuevo cada semana, y cada vez más flexible, más contenta y menos rígida….

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