La oclusión desequilibrada de la mandíbula ocasiona una reacción en cadena cada vez que los dientes chocan entre sí (unas 2000 veces al día!!!). Para adaptarse a esta mala oclusión, la cabeza se inclina ligeramente hacia un lado, los ojos buscan nivelarse con el horizonte forzando a las vértebras cervicales altas a mantener una pequeña rotación.
La columna vertebral quiere compensar para evitar que nos vayamos inclinando cada vez más creando una curva compensatoria en forma de “S”, derivando en una actitud escoliótica.
En respuesta a esta curva de la columna, la pelvis se inclina de forma que hay un lado más alto que otro. El lado más alto “levanta” a la pierna y resulta en una aparente pierna corta. Increíble!!!
Los efectos secundarios son dolor de espalda, caderas, rodillas y pies, ya que el apoyo y por tanto la carga que sufren estas articulaciones es diferente en la izquierda que en la derecha. Y todo esto repercutirá a su vez sobre la columna dorsal y el cuello.
Para tu prevención te recomendamos el siguiente tratamiento:
1.Visitar a tu dentista para averiguar porqué hay una mala oclusión y tener un diagnóstico y tratamiento sobre la articulación temporo mandibular (ATM).
2.Ponerse en manos de un osteópata que trabaje específicamente la articulación de la mandíbula, a la vez que todas las compensaciones que pueda hacer el cuerpo.
3.Complementar con Pilates este tratamiento ya que personalizamos con ejercicios específicos para la conciencia postural global de todo el cuerpo, evitando que las compensaciones avancen.
Mª Jesús Berasaluce, odontólogo, practica Pilates en nuestro estudio desde 2009 y está colaborando con nuestra osteópata Eva Pasalodos para realizar estudios sobre pacientes que tienen problemas de oclusión.
Si ese es tu caso o tienes dudas sobre ello, consúltanos.
