La magnetoterapia es el tratamiento de patologías y lesiones mediante la aplicación de campos magnéticos. Desde los años 90 esta técnica se viene aplicando en hospitales, clínicas y centros deportivos como terapia complementaria con resultados muy eficaces, a través de dispositivos médicos que emiten campos electromagnéticos de alta y baja frecuencia.
Estos campos magnéticos actúan como un regenerador celular que devuelve al cuerpo el equilibrio, restituyendo el sistema biológico alterado a consecuencia de traumatismos, infecciones y otras patologías que han hecho que nuestras células pierdan energía. Los campos magnéticos las recargan permitiendo que nuestro organismo se defienda de forma natural con mayor eficacia, aliviando el dolor y acelerando los tiempos de curación y recuperación.
En la sociedad actual debemos entender la magnetoterapia como una opción que, junto a otras acciones (terapias manuales, ejercicio físico, fitoterapia, mejora en la nutrición…) ayuda a prevenir y combatir dolencias y enfermedades, y finalmente a detener su evolución.
La pueden utilizar todas las personas y a cualquier edad, desde deportistas -son muchos los deportistas de élite que la utilizan– a personas mayores o incluso niños. Su aplicación sólo está excluida en las personas con marcapasos, debido a que podría producirse una descarga de la batería del mismo y, a modo de prevención, en las mujeres embarazadas, ya que en estos casos no existen estudios clínicos.
